El arma secreta antienvejecimiento
El ginseng coreano del bosque fortalece y protege la piel y el cabello, mejora su resistencia, acelera la renovación celular en la capa superior de la piel, estimula la producción de colágeno propio, refina la tez y tiene un efecto reafirmante con extraordinarios beneficios antiedad. Ha sido venerado como la reina de las plantas medicinales durante 5000 años, ¡y con razón!
Así es como el ginseng del bosque afecta la piel
Durante siglos, se han molido las raíces del ginseng para extraer su contenido en ungüentos, cápsulas o tabletas. Aplicado externamente, el ginseng silvestre (Panax ginseng, su nombre científico) posee propiedades que mejoran la circulación, revitalizan y rejuvenecen la piel. Este efecto se debe a los ginsenósidos, que se encuentran exclusivamente en la raíz del ginseng. Al mejorar el flujo sanguíneo, la piel recibe mayor oxigenación y nutrientes como minerales y vitaminas. Estos principios activos favorecen la regeneración cutánea. La renovación celular se estimula de forma natural durante su aplicación. Estudios recientes demuestran que el ginseng estimula la producción de colágeno y reduce significativamente las arrugas causadas por la radiación UV.
El ginseng coreano del bosque fortalece y protege la piel y el cabello, mejora su resistencia, acelera la renovación celular en la capa superior de la piel, estimula la producción de colágeno propio, refina la tez y tiene un efecto reafirmante con extraordinarios beneficios antiedad. Ha sido venerado como la reina de las plantas medicinales durante 5000 años, ¡y con razón!
Así es como el ginseng del bosque afecta al cabello
Según numerosos estudios, el ginseng silvestre (Panax ginseng) también estimula el crecimiento del cabello. Rico en aminoácidos y minerales como cobre, hierro, magnesio, sílice y zinc, el ginseng silvestre aporta al cabello numerosos nutrientes y favorece la circulación sanguínea en el cuero cabelludo. Las vitaminas B, C y E son otros ingredientes activos esenciales para combatir la caída del cabello. Lo mismo ocurre con los glicanos, flavonoides, aceites esenciales, saponinas y ginsenósidos. Los ginsenósidos presentes en el ginseng silvestre son los responsables de su eficacia contra la caída del cabello. El ginseng silvestre se utiliza en elixires, champús y acondicionadores.